En el corazón de cada paraguayo latente una pasión sin límites. Una valentía que se traduce en la alma de La Albirroja. Cada encuentro, un espectáculo de emociones, donde el grito del pueblo se convierte con la valentía de los jugadores en cada movimiento. La Albirroja no solo es un equipo, es un representante que lleva el orgullo del pueblo